Un mensaje de Stan Lee

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Recordando a Stan Lee con una de sus columnas, que nos deja una importante lección acerca del fanatismo, la intolerancia, e incluso, de lo que significa ser llamados hijos de Dios.

El escritor Stan Lee falleció el 12 de noviembre de 2018. Sin embargo, su legado persiste y será recordado por millones como el creador de algunos de los superhéroes más famosos del universo Marvel.

Stan Lee cambió el mundo de los superhéroes cuando, pensando en retirarse del mundo de los cómics, decidió, a instancias de su esposa, escribir el tipo de personajes que realmente le gustaría crear.

"Solo porque es un héroe y tiene superpoderes no significa que no tenga problemas", dijo Stan Lee en una entrevista acerca del superhéroe Spider-Man, aunque esta característica puede aplicarse a cualquiera de los personajes del escritor.

Al darle problemas a sus personajes, no solo hizo que los lectores se sintieran más identificados con ellos. Los hizo parecer más reales, y aprovechó sus conflictos en el mundo fantástico para demostrar que en el mundo real cualquiera puede hacer la diferencia.

Esto fue especialmente evidente en su columna mensual “Stan’s Soapbox”, donde el escritor plasmaba diversos pensamientos relacionados con los cómics y eventos mundiales.

Una de esas columnas, publicada hace 50 años en 1968, afronta problemas que, desafortunadamente, aún hoy en día debemos afrontar. Unas palabras que vale la pena recordar y reflexionar.

Vamos a decirlo tal cual es. La intolerancia y el racismo están entre los males sociales más mortíferos que están plagando el mundo hoy día.

Pero, a diferencia de un equipo de supervillanos disfrazados, no pueden ser detenidos con un puñetazo, o con una pistola de rayos. La única manera de destruirlos es exponerlos - para revelarlos como el insidioso mal que son en realidad.

La intolerancia es un odio irracional - un odio ciego, fanático, indiscriminado. Si su objetivo son las personas negras, odiará a TODAS las personas negras. Si un pelirrojo le ofendió una vez, odiará a TODOS los pelirrojos. Si un extranjero le superó en un puesto de trabajo odiará a TODOS los extranjeros.

Este odio es hacia las personas que nunca ha visto - y personas que nunca conoció - con la misma intensidad - con el mismo veneno.

Ahora, no estamos diciendo que no sea razonable que un ser humano moleste a otro. Pero, a pesar de que cualquiera tiene el derecho de que no le guste otra persona, es totalmente irracional e insano condenar a toda una raza - despreciar a una nación entera - mostrar desprecio a toda una religión.

Tarde o temprano, debemos aprender a juzgar a los demás por sus propios méritos. Tarde o temprano, si el hombre quiere ser digno de su propio destino, debemos llenar nuestros corazones de tolerancia.

Porque entonces, y sólo entonces, seremos verdaderamente dignos del concepto de que el hombre fue creado a la imagen de Dios - un Dios que nos llama a TODOS - Sus hijos -.

Pax et Justitia,

Stan.

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Stan Lee, creador de fantasías.

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