En nuestras vidas muchas veces nos encontramos con situaciones desagradables, que pueden afectar nuestros pensamientos y estados de ánimo cada vez que recordamos estas malas memorias. Aunque son parte de las experiencias que nos hacen crecer como personas, estas pueden convertirse en un grave problema si seguimos aferrados a ellas, en lugar de dejarlas en el pasado y seguir caminando hacia un mejor futuro.
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Antes de dejarlo ir, debes enfrentar lo que ha pasado y aceptar que es parte de tus experiencias pasadas. Suprimirlo no funciona como una solución a largo plazo. Es como un curita que sólo te puede dar alivio momentáneamente. Habla con alguien en quién confíes, o escribe lo ocurrido en un diario. Para poder seguir adelante, necesitas compartir lo que sucedió.
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Identifica las lecciones que has aprendido de lo que ha ocurrido. Siempre hay una lección – así que busca con cuidado que ha sido lo que has aprendido. Probablemente no mejore la situación, pero si le quita poder.
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Escribe la lección en un pedazo de papel y repítela cada vez que te asalten las memorias dolorosas. Recuerda que tu experiencia no determina quién eres. A pesar de que no puedas cambiar las circunstancias, puedes cambiar la forma como reaccionas, y con ello, determinar la persona que quieres ser.
4
Repite estas palabras de inspiración hasta que echen raíces en tu mente y puedas ver la verdad detrás de ellas. Deja que crezcan más fuertes que las malas experiencias. Dilas con frecuencia, hasta que en verdad las creas, y verás que te sentirás más libre. Persevera y usa estos pensamientos como herramienta para combatir los malos recuerdos.
5
Busca ser una persona que se encuentre en paz con ella misma. Cuando te enfocas en la paz, los viejos pensamientos y memorias tienen un poder menor en cómo te sientes y cómo piensas. Sin embargo, buscar la paz debe ser una elección consciente y constante.
6
Cuando el pasado intente escabullirse, enfócate firmemente en el presente. Concéntrate en lo que está pasando en el instante, en el lugar en el que te encuentras, respira profundamente, y relájate. Tú estás aquí en este momento, no reviviendo el pasado.
7
Perdona – por tu propio bien. Intenta sanar las heridas que te han causado, para lo cual necesitarás dejar atrás toda clase de resentimiento. Cuando perdonas, te liberas de las personas y del daño que te han hecho, permitiéndote seguir adelante. Es un proceso difícil, por lo cual te recomendamos que busques ayuda, pero encontraras que vale la pena el esfuerzo. El perdón es una poderosa herramienta para continuar en el camino hacia la libertad.
Traducido y adaptado por Veritas Medios de Steps to Letting go of Painful Memories