Diez cosas que las personas confiadas no hacen

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Si crees que puedes hacerlo, ya has dado el primer paso. De hecho, existen numerosos estudios que prueban que la confianza es la clave del éxito. Así que si adoptamos las actitudes que hacen (y no hacen) las personas confiadas, no solamente tendremos más posibilidades de éxito, también cultivaremos nuestra confianza.

No crean excusas

Si existe una característica en común entre las personas con confianza es la auto-eficacia, la creencia de que ellos pueden hacer que las cosas sucedan. Se trata de tener un lugar interno de control en vez de uno externo. Por eso las personas confiadas no culpan al tráfico por hacerlos llegar tarde o a un jefe injusto por no obtener un aumento. Las personas confiadas no crean excusas, porque ellos creen que están en control de sus propias vidas.

No renuncian

Las personas confiadas no se dan por vencidos la primera vez que algo va mal. Ellos ven a las fallas y a los problemas como obstáculos a sobrepasar y no como barreras impenetrables al éxito. Ello no significa que sigan intentando lo mismo una y otra vez. Una de las primeras cosas que las personas con confianza hacen cuando algo sale mal es analizar y descifrar porqué salieron las cosas así, de tal manera que puedan evitar y prevenir resultados negativos la próxima ocasión.

No esperan por permiso para actuar

Las personas confiadas no necesitan que alguien les diga que hacer o cuando hacerlo. No pierden su tiempo pensando “¿puedo hacerlo?” o “¿debería hacerlo?”. Sea cual sea la situación, no esperan a que alguien más se haga cargo. Si ven que se necesita hacer algo, ellos mismos lo hacen.

No buscan atención

Las personas confiadas saben que ser uno mismo es mucho más efectivo que tratar de demostrar lo importante que eres. Parece ser que las personas confiadas siempre llevan consigo la actitud correcta. En lugar de recibir toda la atención por un logro, ellos rápidamente centran la atención hacia todas las personas que trabajaron duro para ayudarlos a llegar ahí. Ellos no buscan aprobación o alabanzas porque saben que su verdadero valor proviene del interior.

No necesitan elogios constantes

Nuevamente, ya que las personas confiadas saben que su verdadero valor proviene del interior, no buscan elogios constantes. Ellos no piensan que su éxito depende de la aprobación de los demás, y entienden que no importa que tan bien actúen, siempre habrá alguien ofendido o que critique. Además, saben que, si la confianza se basa en los elogios de las personas, ésta en realidad no es confianza, es narcisismo.

No dejan las cosas de lado

Muchas veces dejamos a lado unas tareas para enfocarnos en otras o simplemente para distraernos. Muchas veces ocurre por flojera, pero también se dejan de lado por miedo: al cambio, a fallar, e incluso al éxito. Ya que creen en si mismos y esperan en que sus acciones los acerquen más a sus metas, las personas con confianza no dejan de lado las cosas, ni se sientan esperando por el momento oportuno o por las circunstancias perfectas. Saben que “hoy” es el único momento que importa. Si creen que el tiempo no es el adecuado, entonces hacen que sea el adecuado.

No juzgan

Las personas confiadas no juzgan a los demás, porque saben que todos tienen algo que ofrecer, y no necesitan menospreciar a las personas para sentirse bien consigo mismos. La comparación es limitarse. Así que las personas confiadas no pierden el tiempo midiéndose con otros y viendo como se comparan con todas las personas que conocen.

No evitan los conflictos

Las personas confiadas no ven a los conflictos como algo a evitarse, sino como algo a lo que hay que manejar efectivamente. Saben que los conflictos son parte inevitable de la vida, y escapar de los conflictos también conlleva escapar de buenas oportunidades.

No dejan que la falta de recursos se ponga en su camino

Solo porque no cuentan con los recursos, las personas confiadas no se vuelven atrás. Ellos encuentran una forma de obtener los recursos o de hacer las cosas sin necesidad de los mismos.

No se ponen demasiados cómodos

La comodidad es el enemigo mortal para alcanzar las metas, puesto que lleva al estancamiento. Así que en cuanto se sienten cómodos, las personas confiadas comienzan a empujar sus barreras para poder continuar con su crecimiento, tanto personal como profesional. Entienden que un poco de inconformidad es algo bueno.

Traducido y Adaptado por Veritas Medios

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