Cuando se le pregunta qué lo ha impulsado a continuar sus estudios se limita a decir:

"Todo está acá", dice don Felipe mientras se lleva el dedo índice hacia el rostro y lo coloca en medio de la frente; de inmediato, baja la mano y la coloca a un lado del corazón: "y acá".

En las tardes se dedica a vender verduras en la central de abastos y para acudir a clases lleva sus libros y una laptop en un costal, aunque le regalaron una mochila no la usa pues se acomoda mejor con el costal, "lo he cargado toda mi vida".

En clases no recibe ninguna preferencia, es un estudiante más, tiene que cumplir con todos sus trabajos y tareas. Pero eso sí es una fuente de inspiración y respeto entre los alumnos de la universidad.

Su determinación es su característica principal, como anécdota cuenta que sufrió una fractura en una de sus piernas y los médicos se la querían amputar. En vez de esto, Don Felipe decidió curarse solo, "me hice remedios en casa" y dormía con las piernas hacia arriba y su pierna sanó.

"Si se da uno a la derrota, pierde. Uno mismo es una fuente de poder" afirma sencillamente.

No dudamos que su determinación lo lleve a terminar sus estudios y continuar con su siguiente sueño: trabajar en la fábrica de Audi.

Te invitamos a leer la excelente y detallado reportaje de Don Felipe escrito por Fabiola Cancino en El Universal:

Sin límites. Estudia ingeniería a los 79 años.