Una de las costumbres más extendidas entre padres y madres con sus hijos es la de leerles cuentos justo antes de dormir, de forma que los más pequeños disfruten de una divertida historia en familia mientras se preparan para descansar. Pero últimamente, varios investigadores han concluido que no se trata de un simple ritual cultural, sino que también trae consigo beneficios en el aprendizaje y el desarrollo cerebral de niños y niñas.