
Un fenómeno muy común, especialmente entre los jóvenes, es la soberbia que hemos tenido algunos de nosotros hacia nuestros padres, la que, con frecuencia, nos empeñamos en mantenerla a toda costa, menospreciándolos, siendo que, en la mayor parte de los casos, nos han dado muchas cosas buenas, entre ellas, todos nos han dado la vida.