Desde que nacemos y durante nuestro primeros años de vida, podemos decir que los primeros y más importantes maestros con los que contamos son nuestros padres y familiares cercanos (he ahí la primer escuela), que para bien o para mal influyen enormemente en nuestro desarrollo, incluso afectando gran parte de la vida que llevamos como adultos. Por ello, resulta sumamente importante cuestionarnos y reconocer el papel que estamos jugando en la educación de nuestros/as hijos/as.