Un “plástico” hecho a base de yuta es la alternativa para detener la contaminación que propone un científico y emprendedor indonesio.
Kevin Kumala es un biólogo indonesio que ha inventado una alternativa para el uso de las populares bolsas de plástico. Surfista apasionado, la idea de crear una alternativa al plástico le llegó a Kumala cuando vio las playas de su amada Bali inundadas por bolsas plásticas. De hecho, Indonesia es considerado uno de los países más contaminantes del mundo, produciendo 3.2 millones de toneladas de basura que contaminaron las aguas tan solo en 2010.
Así Kumala decidió crear su propio bioplástico, tomando como base la yuca, una planta sumamente abundante en Indonesia, que cultiva anualmente 25,2 millones de toneladas. Con este material ha sido capaz de crear bolsas de plástico con las mismas herramientas utilizadas para producir las bolsas derivadas de productos del petróleo.

Las bolsas cuestan 5 céntimos de dólar, un poco más del doble que las bolsas comunes. Sin embargo, este costo adicional tiene un valor agregado: las bolsas son totalmente biodegradables, deshaciéndose en tan solo unos días de manera natural o en 10 minutos en agua caliente.
Además, no tienen ningún elemento tóxico, por lo cual, si algún animal se la llega a encontrar en el agua, no le producirá ningún daño si se la come. De hecho, es tan segura que su creador la ha disuelto en agua y se la ha bebido sin temor alguno.
Kumala se ha unido al emprendedor Daniel Rosenqvist para crear su propia compañía Avani, que no solo produce estas bolsas, también cuenta con todo un inventario de productos respetuosos con el medio ambienteque ya están disponibles en varias tiendas de Indonesia.
Apoyados por el gobierno y la campaña Bye Bye Plastic, que buscan dejar de utilizar por completo las bolsas de plástico convencionales para el 2018 en Bali y el 2021 en el resto de Indonesia, el futuro parece ser brillante para esta empresa, que también busca expandir sus horizontes al resto del mundo.