Septiembre es ‘el mes de la Biblia’ porque en dicho mes se cumple el aniversario de la publicación de la primera Biblia impresa (fue en Suiza, en 1569), y también se celebra, el día 30, a san Jerónimo, santo patrono de estudiosos y traductores de la Sagrada Escritura.
¿De qué trata la Biblia?
Si hubiera que definirlo en una frase, cabría decir que la Biblia trata de la historia de la relación entre Dios y el ser humano, desde el principio hasta el final de los tiempos.
¿Cómo conocemos dicha historia? Porque Dios nos la ha revelado.
Considera esto: si deseas conocer a un ser inferior a ti, digamos un insecto, puedes mirarlo, examinarlo, disecarlo, y llegar así a saber bien cómo es; si deseas conocer a alguien semejante a ti, puedes también descubrir mucho con sólo mirarlo, ya que en muchos aspectos se te parece, y desde luego ayuda que te comente algo; pero si desearas conocer a un ser muy superior a ti, te sería por completo imposible si Él no te lo permitiera. No podrías averiguar nada por tu cuenta: Él tendría que revelártelo. Pues bien, eso sucedió con Dios. Él tomó la iniciativa de revelarnos cosas que jamás hubiéramos podido conocer de otra manera, y esa revelación es la que está contenida en la Biblia.
¿Qué nos revela la Biblia?
Nos revela con verdad y sin error que Dios es el Creador de todo cuanto existe; que creó al ser humano por amor y para el amor, y cuando éste eligió apartarse de esta vocación a la que había sido llamado, Dios no lo abandonó, sino le envió a Su Hijo para salvarlo del pecado y de la muerte.
La Biblia cuenta la historia de la salvación de la humanidad, una historia que nos abarca a todos, y por eso vale la pena conocerla.
¿Cómo se estructura la Biblia?
La palabra Biblia significa Biblioteca. Cuando abrimos una Biblia por primera vez, nos sorprende descubrir que lo que conocemos como un solo tomo es en realidad ¡un conjunto de setenta y tres libros! y éstos se encuentran agrupados en dos grandes partes: Cuarenta y seis libros en el Antiguo Testamento y veintisiete en el Nuevo Testamento. Cabe aclarar que eso de ‘Testamento’ no se refiere al legado que alguien deja a otra persona; la palabra significa ‘alianza’. El Antiguo Testamento trata de cómo Dios, Creador del mundo y del hombre, estableció con éste una alianza de amor y cuando el hombre rompió esta alianza, Dios no sólo la renovó sino que prometió enviar a alguien a consolidar con el hombre una alianza eterna.
El Nuevo Testamento narra cómo Dios cumple esta promesa en Jesús, Su Hijo amado, Dios hecho Hombre.
Cabe mencionar que los libros de esta biblioteca fueron escritos en un período aproximado de mil años, por lo que abarcan no sólo autores muy diversos sino también diversos géneros literarios. Así, tenemos crónicas, relatos épicos, censos, enseñanzas y consejos, poemas, relatos míticos, profecías, cartas y unos textos de un género propio que no se halla en ningún otro lugar: Evangelios.
Como ves, hay de todo y para todos los gustos. Así que si hasta ahora has creído que la Biblia sólo contiene historias aburridas que pertenecen a un pasado que no tiene nada que ver contigo, ¡desecha esa idea porque es falsa! Adentrarte en la Biblia es iniciar un viaje maravilloso por un mundo fascinante que siempre tendrá algo nuevo e interesante que ofrecerte. En sus páginas hallarás siempre lo que necesitas escuchar. El hecho de estar formada por tantos libros, de distintos géneros literarios, diferentes autores, enfoques, intenciones y maneras de comunicarlas, te asegura que jamás te aburra su lectura y que en ella nunca dejes de encontrar algo que te hable al corazón…”.