6 actitudes que todos deberíamos poner en práctica para aprender a amarnos a nosotros mismos.
Si no sabes amarte a ti mismo, es poco probable que vivas tu vida al máximo. Además, difícilmente sabrás relacionarte con otras personas, ya que para amar a otros primero hay que aprender a aceptarse uno mismo.
Por fortuna, existen pequeños pasos que podemos poner en práctica poco a poco, cada día de manera continua, que ayudan a cambiar nuestra visión de nosotros mismos y a apreciar genuinamente nuestras vidas.
Ve el bien en tu pasado.
Siempre habrá cosas que deseemos que nunca hubieran ocurrido; siempre habrá malas memorias y cosas de las que nos arrepentimos. Pero forman parte de quien eres ahora, así que acepta lo que ha pasado y celebra lo que te han permitido ser.
Invierte tiempo en cosas que te hagan feliz.
Es importante identificar las cosas que disfrutes, que te hagan ‘sentir con vida’, ya que forman parte de lo que eres. Pasar más tiempo realizando esas cosas pueden ayudar a incrementar tu autoestima, ya que tu evaluación personal será mejor en esos momentos de gozo.
Perdona tus errores.
Todos cometemos errores, y cuando pensamos en ellos nos estremecemos. Pero ellos no te hacen peor que cualquier otra persona. Solo intenta hacer lo mejor, aprende de tus errores y continua hacia adelante.
Deja de criticarte a ti mismo.
En muchas ocasiones, nosotros mismos somos nuestro propio peor enemigo. Solo vemos nuestras fallas y nos subestimamos constantemente en lugar de tratar de entender nuestras limitaciones naturales. Es tiempo de cambiar este comportamiento tóxico y empezar a amarse a uno mismo.
Escucha a tus instintos e intuiciones.
Si quieres amarte a ti mismo, debes aprender a escucharte a ti mismo. Pon atención a lo que dicen tus instintos, pues en la mayoría de las ocasiones están en lo correcto. Aprende a confiar en tu propia voz interior.
Aprecia tu vida.
Por supuesto que siempre hay cosas en la vida que nos gustaría cambiar. Pero siempre existen cosas buenas, y por pequeñas que sean, vale la pena tomarse el tiempo de apreciarlas. Recuerda que la clave de la felicidad se encuentra en ser agradecido. Así que enfócate en lo bueno, aprécialo y haz del agradecimiento otra de tus fortalezas.