Cada instante cuenta

Saca el mayor provecho de esos pequeños espacios de tiempo – esos 15 minutos libres aquí y allá. Puedes lograr muchas cosas en esos minutos que de otra forma se perderían.

Feliz, dulce… ¿lugar de trabajo?

Haz de tu lugar de trabajo un espacio cómodo y acogedor. Personalízalo con algunas fotografías divertidas, una estantería inspiradora, e incluso una vela aromática. Claro que no ha que excederse con estas cosas, porque de lo contrario serán una distracción y un estorbo. Esto se trata de sentirse cómodo para tener más ganas de pasar el tiempo apropiado en el trabajo.

No es el destino lo que importa, sino el trayecto recorrido

Haz todo lo posible por disfrutar el viaje – y recuerda la falacia de la llegada (llegar al objetivo puede ser una decepción, y no trae la alegría que esperábamos). Aunque es importante saber a dónde queremos llegar, esto no debe impedirte disfrutar las tareas que te llevaran ahí, sintiendo complacencia y alegría con cada paso que se da hacia la meta.

Siempre habrá críticas, pero no siempre habrá esta oportunidad

No tengas miedo de las críticas, pues están deben ayudarte a aprender, crecer y mejorar. El temor a las críticas produce demasiada ansiedad que nos impedirá tomar ciertas decisiones o realizar algunas acciones oportunamente, esperando el momento preciso para hacerlo. No existe ese momento, y generalmente por este mismo miedo de siempre hacer lo correcto solemos no dar lo mejor de nosotros.

La recompensa viene al final

Reconoce que raramente te sentirás completamente feliz mientras trabajas, ya que solemos enfrentarnos a diversas situaciones en las que no sabemos qué hacer, además de sentimientos de incompetencia, fracaso, frustración y desmotivación. Recuerda que esto solo es una parte de la realidad completa, y al final traerá una gran recompensa cuando se termine el trabajo.

Adaptado y traducido de How to Work Smart