¿Está funcionando nuestra amistad?

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No todas las amistades son sanas o beneficiosas, por lo cual a veces debemos hacernos algunas preguntas para identificar actitudes negativas y actuar por nuestro propio bienestar.

¿Obtengo algo de esta amistad?

No nos referimos a que recibas algún provecho o alguna ventaja, sino que cuestiones si esta relación te deja algo positivo como persona, si recibes el apoyo que necesitas de esta persona, si está dispuesta a escucharte y es capaz de sacar lo mejor de ti mismo.

¿Es una amistad negativa?

Sin llegar a grandes abusos, es posible que una amistad sea contraproducente, sobre todo si sientes que drena tu energía, si te sientes usado por la otra persona o si las cosas siempre son acerca de los otros, de lo que ellos necesitan anteponiéndose a tus necesidades personales.

¿Puedo ser realmente yo con esta persona?

En las amistades es importante sentirse en libertad de poder expresar cualquier pensamiento u opinión, pues es una de las formas en las que compartimos nuestro ser. No es necesario que siempre estén de acuerdo en todas las cosas, por el contrario, también es bueno escuchar a puntos de vista totalmente contrarios; pero el problema se da cuando reaccionan de manera negativa (incluso agresiva o sarcástica) tratando de menospreciar cualquier pensamiento diferente.

¿Toman en cuenta mi opinión, mis sentimientos y mis puntos de vista?

O, en otras palabras, ¿me tratan como una persona o como un objeto?

Continuando con el punto anterior, si no te sientes en libertad de poderte expresar, probablemente sea porque pienses que tus opiniones y sentimientos no son importantes o no tienen relevancia, pero sino los compartes con los demás, ellos difícilmente llegaran a conocerte. Un verdadero amigo quiere conocerte de verdad, por lo que valorara y considerara dichos pensamientos. Por el contrario, si estas cosas no son importantes, lo más probable es que la “amistad” solamente sea un medio para conseguir algo.

¿Por qué continuo con esta amistad?

¿Sigues aceptando esta clase de comportamiento porque se siente como algo normal? ¿Estoy asustado porque pienso que nadie más va a querer ser mi amigo?

En muchas ocasiones, el miedo a estar solos nos empuja a aceptar cualquier tipo de relación, a pesar que evidentemente algo está mal. Puede ser también que no veamos ese mal porque no lo consideramos como tal, pensamos que es algo normal que se va a presentar en todas las “amistades”. Sea cual sea el caso, es importante reconocer la causa, para de esta forma armarse de las herramientas necesarias y del valor correspondiente para cortar por lo sano y empezar el proceso de sanación.

¿Trato así a los demás?

Casi siempre es más fácil ver cómo los demás lo tratan a uno que ver cómo uno los trata a ellos. Puede ser que en respuesta a cómo te han tratado (ya sea en el presente o en el pasado), actúes de manera muy similar tratando de evitar el daño o sintiendo que así deben de ser las cosas. Identifica estas actitudes, y si realmente te preocupas por tener verdaderas amistades, rompe el patrón y cambia tus respuestas habituales. Recuerda que, en última instancia, no puedes tomar el valor de otras personas, así como ellas no pueden tomar el tuyo.

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