La Sábana Santa es la reliquia de mayor importancia de la cristiandad. Venerada desde tiempo inmemorial y considerada como el verdadero lienzo mortuorio de Nuestro Señor Jesucristo.
Sin embargo, a finales de los años 90s se le hicieron diversas pruebas científicas, entre las que estuvo la determinación de su antigüedad por medio del carbono 14. El resultado publicado no fue favorable, pues daba una fecha cercana a la Edad Media y, sin embargo, la Iglesia difundió esta información, confiada en que la verdad sobre su autenticidad saldría a relucir a su debido tiempo.
Poco después, el científico y profesor Dr. Harry Gove , uno de los inventores del método moderno de datación, quien participó en los estudios citados de carbono 14 explicó que la contaminación bacteriana de la muestra que se estudió de la Sábana Santa no fue limpiada adecuadamente, lo que hizo que la prueba del carbono 14 fuere incorrecta.
Cabe citar que esta reliquia contiene un sinnúmero de coincidencias científicas que avalan su autenticidad, tales como que se ha encontrado polen de plantas que existen solamente en Tierra Santa, incluyendo el polen del arbusto espinoso con el que se trenzó la corona de espinas, impresiones de las monedas que circulaban en tiempo de Cristo, las que se usaban para tapar los ojos de los difuntos, y muchísimas otras que harían muy difícil fuese una falsificación. Lo más notable es que a la fecha nadie ha podido explicar la manera en que hubiere podido ser hecha ni la característica que tiene de tener 3 dimensiones cuando es fotografiada por el sistema utilizado por la NASA para registros topográficos.
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