Sí, es verdad, desde hace muchos años la pregunta:
¿De dónde vengo?
Ha invadido la mente de millones de personas. Acuñada por filósofos, sociólogos o físicos… Pero entrañablemente experimentada por personas ordinarias y de la “vida cotidiana”.
Lo cierto es que forma parte fundamental de nuestra vida, la propia historia. Un pasado que marca nuestras emociones y afectos.
Pero ¿Qué pasa cuando parte de ese pasado lo desconocemos por completo?
Una pregunta que deja de ser retórica para formar parte del drama de miles de personas para quienes su “padre biológico” se resume a un simple número de laboratorio: Padres anónimos, es decir, hombres que donaron su esperma y se dieron la vuelta…
El planteamiento de este debate, comenzó hace muchos años. Quizá podríamos ubicar sus orígenes modernos a finales del s. XIX, cuando el científico Paolo Mantegazza funda el primer Banco de Esperma, para uso veterinario. Pero de ahí comenzaron a surgir voces que proponían extender esta práctica para conservar los espermas de los soldados enviados a combate, para inseminar a sus viudas. Pero fue en 1909 cuando se registra el primer caso de inseminación con semen de un donante.
En un primer momento se disfraza esta manipulación como una acción heroica, que está a la vanguardia tecnológica… El hombre que piensa tener el poder sobre “la vida y la muerte”, como haciendo eco del antiguo: “Seréis como dioses…”
Para 1950 se perfeccionaron los primeros intentos de congelamiento de esperma masculino. Y fue en 1970 cuando “arranca” el negocio de la donación anónima, dando inicio a la inseminación artificial y a la fecundación in vitro con donante.
Ahora, los hijos de esos “experimentos” alzan sus voces para preguntarse:
¿De dónde vengo? ¿Quién es mi padre? ¿Cómo se llamaba? ¿Era científico o un vividor?
La crisis de estas personas no es insignificante. Buscan respuestas que les ayuden a encontrarle sentido a sus existencias. Tratando de resolver el enigma de que: “No somos fruto de la casualidad o de un experimento, sino frutos del amor”
¿Te has imaginado alguna vez cómo se sienten las personas con “padres anónimos”?
Mira:
Hasta pronto
Tu amigo Zurc0
Twitter: @Zurc0