Ciudadano Católico 2: El hombre un ser social

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La persona es constitutivamente un ser social, porque así la ha querido Dios que la ha creado.

Cuántas veces no hemos escuchado que “el hombre es un ser social”. Pero, ¿qué significa esto? Que para ser verdaderamente humanos necesitamos de los demás. Necesitamos de su convivencia y de su apoyo, de sus preguntas y cuestionamientos, de sus retos y de su aliento, de su conocimiento y de su trabajo. Veámoslo de una forma más práctica:

No existe Robinson Crusoe, la vida en comunión es necesaria

Recuerdas el libro de Robinson Crusoe, aquel náufrago que queda abandonado en una isla desierta y mediante su propio esfuerzo va conquistando poco a poco su medio y no deja de ser “un hombre civilizado”. En una versión moderna de esta novela, el pobre Robinson Crusoe no logra vencer los obstáculos a los que se enfrenta y cae rendido y vencido sin lograr sus objetivos. Necesita de los demás. ¿Por qué?

Veamos todo lo que recibimos como herencia de nuestro prójimo: nuestro lenguaje, nuestras costumbres, nuestras instituciones, nuestra fe. O lo que recibimos diariamente gracias a su trabajo: nuestra comida, nuestra ropa, nuestro transporte, nuestro trabajo… nada de esto sería posible sin la colaboración de todos.

Nosotros no seríamos lo que somos sin los demás. Por eso todos necesitamos de todos y todos somos importantes.

“La sociabilidad humana no comporta automáticamente la comunión de las personas, el don de sí. A causa de la soberbia y del egoísmo, el hombre descubre en sí mismo gérmenes de insociabilidad, de cerrazón individualista y de vejación del otro. Toda sociedad digna de este nombre, puede considerarse en la verdad cuando cada uno de sus miembros, gracias a la propia capacidad de conocer el bien, lo busca para sí y para los demás. Es por amor al bien propio y al de los demás que el hombre se une en grupos estables, que tienen como fin la consecución de un bien común. También las diversas sociedades deben entrar en relaciones de solidaridad, de comunicación y de colaboración, al servicio del hombre y del bien común.” (CDSI No.150).