
Es un hecho que al momento de entrar el mes de octubre los comercios e incluso las casas se empiezan a teñir de naranja y negro, se ve dibujos de brujas, demonios y fantasmas, en la televisión solo pasan películas de terror y los niños solo esperan con ansias qué llegue el día para pedir dulces. Pero ¿nos hemos puesto a pensar que estamos celebrando un fiesta que va en contra de todas las tradiciones cristianas?
Esta fiesta desde sus orígenes corroe los principios cristianos, sus valores y buenas costumbres, en realidad ¿estamos conscientes de todo lo que está envuelto en esta costumbre? Muchos grupos “neo paganos”, satánicos y ocultistas han tomado el 31 de octubre como la fecha más importante de su calendario, siendo tan importante que es considerado el “año nuevo” para la brujería.
¿Qué hacer?
Muchos Obispos católicos, están proponiendo que el 31 de octubre se celebre el Día de los niños, para contextualizar la fiesta con la víspera del día de todos los santos y para lograr esto, sugieren:
Organizar una catequesis con los niños en los días anteriores a la fiesta, haciéndoles ver la importancia de recordar a nuestros santos como vencedores de la fe y verdaderos héroes.
Se puede sugerir que se disfracen de algún personaje bíblico o de alguna persona que ellos sepan que fue buen y que por lo tanto se encuentra con Dios.
A cada uno de los niños se le puede dar una bolsita de dulces para que repartan alas casas que van a visitar, así se convierte en una ocasión en donde en vez de recibir se comparte con otros niños.
¿Cómo ves?, es importante notar la evidente connotación negativa de las imágenes con que se “adornan” las casas, salta a simple vista que el amor, la caridad y la paz, no caben en esta celebración donde la violencia, el miedo y los diversos engendros solo refuerzan una celebración de la maldad.
Juntémonos con vecinos y amigos para organizar con nuestros hijos una verdadera fiesta cristiana, no permitamos la comercialización y las fuerzas contrarias a nuestra fe nos lleven a poner en riesgo nuestras tradiciones.
¿Tu qué opinas?
Nos leemos la siguiente
M@ndis